FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA- LOS FÍSICOS JÓNICOS
ANAXÍMENES DE MILETO
Anaxímenes nació en Mileto en el 585 a. C., aproximadamente, y murió en el 524 a. C. Fue discípulo y amigo de Anaximandro, siendo, al parecer, unos veintidós años más joven que él. No se sabe nada más acerca de la vida de este filósofo, como tampoco de sus actividades prácticas. Se dice que escribió un libro “Sobre la Naturaleza”, en lengua jónica, en el que empleó un estilo sencillo y directo.
Para Anaxímenes, el aire era la sustancia básica y originaria del mundo. Anaxímenes escogió el aire como principio originario, (arjé) de donde procede todo, debido a que podía convertirse en cualquiera de los otros elementos del mundo, como mar o tierra, sin perder su propia naturaleza. Con este planteamiento, Anaxímenes creía resolver las objeciones que Anaximandro había hecho a Tales y que le había impulsado a postular como principio originario a algo indefinido (lo apeiron).
Recordemos que Anaximandro, al discutir la teoría planteada por Tales de Mileto se preguntaba ¿Cómo puede afirmar Tales que la tierra surgió del agua, lo seco de lo húmedo? El aire es frío y el fuego caliente y lo caliente no puede surgir de lo frío y viceversa, por lo tanto, ni el agua ni el aire son el primer elemento constitutivo de todos los seres. Ninguna cualidad puede surgir de su contraria. Sería tanto como afirmar que lo caliente proviene de lo no-caliente, lo seco de lo no-seco.
Seguramente las conclusiones de Anaxímenes pudieron ser extraídas de la observación del fenómeno de la respiración. Afirmaba que el ser humano emite lo caliente y lo frío por la boca: el aliento se enfría cuando se comprime con los labios, pero, cuando se abre la boca, el aliento se escapa y se calienta
Igualmente observó que los cuerpos, al calentarse se dilataban, y, al enfriarse se contraían. Ello le llevó a concluir que este par de opuestos no eran tal sino una misma cualidad que se manifiesta distintamente según las condiciones. Al proceso de dilatación del aire lo llamó rarefacción, que produce lo caliente (el fuego) y al proceso de contracción del aire, lo llamó condensación que produce agua y tierra, y, todo, ello sin dejar de ser aire. El aire, se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la condensación. Lo caliente y lo frío se producen por la rarefacción y condensación del aire respectivamente.
CARÁCTERÍSTICAS DEL AIRE
El aire tenía una extensión indefinida y, por ello, sería algo que circunda todas las cosas. El aire tiene el significado de Pneuma kai aer, es decir, aire-aliento
Este aire invisible atmosférico adoptaría, sin dejar de ser aire, diferentes formas según sea aire rarificado o aire condensado.
El aire es la única causa material del movimiento. No haría falta postular más ya que, como hilozoista, defendía que el principio originario (ser con vida, eterno, inmortal y gobernador del mundo) podía cambiar en lo que quisiera y cuando quisiera.
Anaxímenes parece que formuló la existencia de formas básicas que derivan de aire, como el fuego, el viento y las nubes, y que las cosas se componían de tales elementos. Si ello fuera cierto, entonces, Anaxímenes, defendería la existencia de distintos elementos que componen los objetos.
Con su teoría de la condensación y la rarefacción del aire, Anaxímenes, abandona la tesis de Anaximandro acerca de la presencia de opuestos y contrarios dentro del mundo y, por ello, no hace referencia a las ideas de injusticia y retribución en el mundo natural. De todos modos, curiosamente, creó una nueva pareja de opuestos, como son, lo raro y lo denso.
¿Por qué Anaxímenes escoge como principio originario el aire y no otro de los elementos (agua, fuego, tierra)? Es importante notar que Anaxímenes compara el aire cósmico con el pneuma (aliento), al que, tradicionalmente, se le considera como sinónimo de alma-aliento (psyché) dadora de vida. En este sentido, parece que Anaxímenes consideró el aire como el aliento del mundo y, en consecuencia, como su fuente eterna y divina.
Por otro lado, le parecía también que el aire poseía alguna característica de lo apeiron (indefinido) de Anaximandro. Y es que el aire parece no estar caracterizado por ningún opuesto en particular, lo que le convertiría en algo cercano a lo indefinido. Además, el aire tenía la ventaja, frente a los otros elementos, de ocupar una vasta región del universo.
COSMOGONIA DE ANAXIMENES
Explica la formación del mundo, claro está, a partir de la existencia del aire indiferenciado. La tierra nace de la condensación de una parte del aire primigenio indefinidamente extenso. No sugiere ninguna razón que explique esa condensación inicial, salvo, tal vez, la del movimiento eterno que expresaría la capacidad de la materia substancial originaria y divina de iniciar un cambio allí donde quisiera.
Por su parte los cuerpos celestes nacen, en cierto sentido, a partir de la tierra, debido a que proceden del vapor húmedo exhalado o que se evapora de ella (de sus partes húmedas). Al rarificarse se convierte en fuego, del que están compuestos los cuerpos celestes.
COSMOLOGÍA DE ANAXÍMENES
Anaxímenes pensaba que la tierra era ancha, plana y poco profunda – semejante a una mesa – y que estaba sostenida sobre el aire, al modo en que las hojas flotan sobre tal aire. Esta idea era una adaptación a la teoría de Tales de que la tierra flotaba sobre el agua. Afirmaba que el aire circundante era absolutamente ilimitado, lo que parece implicar que si sostenía la tierra ello se debía a su indefinida profundidad. Al mismo tiempo la tierra estaría en reposo porque el aire lo cubre como una tapadera.
Los cuerpos celestes surgirían a partir del vapor que procedía de la tierra el cual acabaría por convertirse en fuego por un proceso de rarefacción. Al igual que la tierra, cabalgan sobre el aire. Los movimientos del sol y de los cuerpos celestes se deben a los vientos (aire ligeramente condensado). Los cuerpos celestes no pasarían por debajo de la tierra sino que se mueven a su alrededor, como un gorro de fieltro que gira alrededor de nuestra cabeza.
Anaxímenes pareció defender también la imagen ingenua de que son las partes más altas de la tierra las que nos ocultan el sol. Y es que si el sol no pasa por debajo de la tierra, como parece que defendía, entonces se hacía necesario explicar porque no es visible por la noche.
Existen textos que nos transmiten la idea de que Anaxímenes postuló la existencia de cuerpos celestes invisibles para explicar los eclipses.
En relación con los fenómenos meteorológicos, Anaxímenes, afirma, del mismo modo que Anaximandro, que los truenos y relámpagos tienen su origen en el viento. Las nubes, la lluvia y el granizo se deberían a la condensación de aire.
AIRE CÓSMICO COMO ALIENTO DEL MUNDO
Según Anaxímenes, el principio originario es el aire. Este actúa en el universo de un modo parecido al pneuma (aliento-vida) en relación con el cuerpo. Los milesios consideraban al universo como un ser vivo, como una especie de enorme organismo animal. En este sentido, la mención del alma, como aliento (pneuma), es muy importante ya que es la primera manifestación de orden psicológico que se nos ha transmitido dentro del campo de los presocráticos, y ello, a pesar de que la concepción del alma como aliento (pneuma) pertenecía a una vieja tradición popular.
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